martes, 29 de noviembre de 2011
Acompañamiento para los Cierres de Diciembre 2011
En 2008 la Plataforma Por si Cierran elaboró una lista de pautas a seguir por los trabajadores en caso de cierre de un recurso. Lamentablemente, en este final de 2011 esa lista de pautas vuelve a ser necesaria: la crisis económica está siendo utilizada como excusa para reducir progresivamente el estado del Bienestar, por lo que será necesario prepararse para afrontar las situaciones a las que muchos y muchas de nosotros nos veremos abocados (incertidumbre sobre el futuro de los usuarios y de los profesionales, experiencias traumáticas de las propias trabajadoras, imposibilidad de realizar cierres dignos –cerrar expedientes, efectuar derivaciones, ordenar documentación, avisar a los usuarios, etc...-). Algunas posibles pautas, que podemos completar entre todas, serían las siguientes:
1.-Ante los rumores de cierre, hablar con los responsables correspondientes (gerente del programa, coordinadores, etc..) solicitando conocer la fecha de cierre o la fecha de fin de gestión. No hay que contentarse cuando desde la entidad aseguren que “no hay de qué preocuparse porque habrá continuidad”, dado que hay pruebas de que en la práctica no ha sido así en muchos casos y si la ha habido, han tenido que partir de cero en la búsqueda de local y alojamientos por lo que la continuidad hace paréntesis en el tiempo, siendo éste de 3 a 4 meses hasta la puesta en marcha del dispositivo.
2.-Una vez conocida esta fecha, solicitar un Protocolo de Actuación, y pedir explicaciones sobre cómo se producirá el cierre o el cambio de gestión, sobre qué ocurrirá con usuarios y documentación, etc..
3.-Si no hay un Protocolo de Actuación, o si en caso de haberlo éste atenta contra los derechos de los usuarios o contra la ética profesional, entonces procederemos a:
- 3.1 Recoger toda la información posible y prepararla según la Ley de Protección indica, no pudiendo ser transferidos los casos no derivados a ninguna asociación.
- 3.2 Escribir una comunicación al correspondiente Colegio Profesional (TS, Psicólogos, Abogados, etc...) especificando las condiciones en que se esta produciendo el cierre y cómo se está atentando contra el código deontológico profesional .
-3.3 Visibilizar el cierre del recurso social y en qué condiciones quedan las personas a las que se han dejado de atender. Siempre teniendo en cuenta la Ley de Protección de Datos, pero utilizando todos los medios que estén a vuestro alcance como forma de denuncia. Sin miedo!
4.- Si no hay un 100% de posibilidades de continuación del programa/ proyecto o dispositivo: negarse a aumentar la lista de espera de usuarios (no dar más citas de primera atención ni hacerse cargo de nuevos casos que se prevean más largos de lo que se puede atender), y efectuar todas las derivaciones que sean posibles, para que los usuarios puedan ser atendidos en otros recursos. No se trata de dejar de trabajar, sino de cerrar dignamente el programa/ proyecto o dispositivo.
5.-Comunicar la situación a los usuarios y realizar una lista alternativa de recursos para facilitarla a los usuarios, de modo que dispongan de información sobre dónde acudir por iniciativa propia para recibir los servicios que se prestaban desde el recurso que va a cerrarse (o a cambiar su gestión, por si acaso esto no llegase a producirse).
6.- Actuar en todo momento según el código deontológico profesional, teniendo como responsabilidad principal el correcto ejercicio de la profesión y el bienestar de los usuarios (mejorar su situación, no empeorarla).Estar plenamente convencidas de lo correcto de este proceder, sin que quepa ninguna duda de nuestra legitimidad para visibilizar este tipo de actuaciones.
7.- En caso de cierres de Programas a los que se deriva desde los Servicios Sociales, valorar la posibilidad de derivar a la gente de vuelta a los Servicios Sociales municipales como medida de denuncia de la situación y así mismo para que los Servicios Sociales se responsabilicen de estos casos
miércoles, 28 de octubre de 2009
Si camináramos juntos....
Si los reclamos y propuestas contra la Ley de Extranjería que perjudica a tod@s, no sólo a migrantes, se leyeran en un solo micro y en una sola plaza...
Qué lindo hubiera sido que en vez de ser 2000 el día 17 y 2000 el día 25 hubiéramos sido 4000 el día 25 para recibir a l@s compañer@s que llevaban caminando un mes desde Barcelona en la Marcha por la Igualdad.
¿Por qué tanto apuro? Cuando la ley sigue sobre las manos de los políticos.
¿Por qué tanto apuro? Cuando esos políticos sí tienen sus descansos y sus almuerzos pagados por nosotr@s mism@s..... mientras es@s nosotr@s... comían mal pero marchaban hacia Madrid, bajo lluvias o sol abrasador...
Que lindo hubiera sido esperar una semana más y ver la emoción de la llegada en esos rostros de diferentes razas, lenguas, unirse al resto de marchantes madrileñ@s-migrantes.
Que lindo hubiera sido... lo que no fue.
Qué lindo hubiera sido también que esos paraguas verdes del día 17 hubieran dado sombra en la mañana del 25 a l@s caminantes migrantes.
Que lindo hubiera sido que el ritmo de samba se mezclase con la percusión africana y con los cánticos de la furgoneta.
Que lindo hubiera sido lo que no fue.
Que lindo que sería que los polis en cada mani fuesen tan colaboradores como lo fueron en la marcha del día 25.
Que lindo escuchar "el pueblo unido jamás será vencido" con el énfasis con que grita el pueblo....ese “pueblo”, ese “unido”, ese “jamás”...
Que lindo hubiera sido que el que fuese a las manifestaciones lo hiciese por convicción y lucha por lo que es injusto y no por devoción ni obligación, ni por defender otras causas para las que no era el momento.
Que lindo hubiera sido que los que ya se saben a salvo de las faltas administrativas como migrantes, hubieran recordado que las interpretaciones de las leyes las hacen unos pocos y no los ciudadanos, y que las vueltas que da la vida son muchas y truculentas..... Y que si no se lucha no hay certezas de saberse a salvo.
Si hubiera un camino en vez de dos distantes y peleones...... porque el caminar es lindo si se va acompañado con compañer@s y herman@s...
Qué lindo sería no pelear por las diferencias y unirnos por lo que nos une, en este caso las injusticias que se cometerán con esta nueva Ley de Extranjería.
Qué lindo que no hubiera habido desinformación sobre la Marcha del 25, sobre la Marcha por la Igualdad.
Qué lindo hubiera sido que esta manifestación hubiese tenido la misma presencia en medios que la mani del 17.
Que lindo hubiera sido lo que no fue.
Que lindo hubiera sido que el "hubiera" hubiera existido.
Epílogo......
Desgraciadamente, es demasiado probable que el proyecto de Ley de Extranjería sea aprobado. Que una Ley injusta se imponga a quienes padecen las injusticias de un sistema que no han colaborado a crear. Que una Ley injusta incremente la deshumanización hacia l@s otr@s. Que una Ley injusta nos haga retroceder como al cangrejo, por un oscuro callejón de reducción de derechos y libertades, que no sabemos dónde desemboca (y que quienes se dicen liberales y progresistas no se estén dando cuenta de esto!). Por ello, sólo podemos estar unidos y pensar cómo vamos a afrontar eficazmente una Ley que mina la dignidad humana, cómo vamos a organizarnos para ofrecer apoyos a quienes ahora son más vulnerables, cómo vamos a generar información y conocimiento para que cada vez más personas abran los ojos y actúen, y para que como especie recobremos la cordura (si es que alguna vez la tuvimos).......
Y sólo será posible si estamos JUNT@S.
Plataforma Por si cierran las Fronteras
viernes, 12 de diciembre de 2008
1er Encuentro
1er Encuentro entre agentes de apoyo o Intervención Social en migraciones.
Desde varios años, pero más intensamente desde el 2007, profesionales, migrantes, voluntarios o colaboradores en entidades del ámbito de la inmigración, hemos observado desconcertados cómo comenzaban a producirse cambios preocupantes en las políticas públicas y los recursos dirigidos a los migrantes: cierres de dispositivos, disminución del número de plazas en recursos de acogida, reorientaciones de los servicios en base a ideas alejadas de la realidad, etc…
Además, el contexto actual de “crisis económica” sirve de justificación para la Administración a la hora de defender los recortes presupuestarios en materia de servicios sociales.
Por otro lado, a nivel europeo nos encontramos con unas políticas migratorias con un enfoque cada vez más restrictivo y securitario, atendiendo sólo a las propias necesidades económicas y de mano de obra de los Estados europeos, sin tener en cuenta los derechos de las personas migrantes, que en la mayor parte de los casos se ven obligadas a salir de sus países por diversos motivos (hambre, guerras, persecución, o falta de perspectivas vitales), en los que los países del Norte tienen demasiado que ver.
En el caso de España, además de deambular por la línea de las privatizaciones, también se están adoptando políticas incoherentes que están abocando a la exclusión a los migrantes que en estos momentos se encuentran en territorio español.
Las ONGs actúan como gestoras de los servicios olvidando cada vez más su papel crítico y de transformación social: la ausencia de fondos propios, y la dependencia de subvenciones de la Administración, les sitúa en una situación lamentable en la que su interés principal es el económico (para su propia supervivencia).
Fijando un poco más la mirada, observamos cómo los profesionales de la intervención protagonizan una situación de precariedad creciente (bajos salarios, inestabilidad laboral, sobrecarga laboral, presión de las entidades, exceso de responsabilidades, etc…), que influye negativamente en la atención que reciben las personas migrantes.
El resultado es una total FRUSTRACIÓN: migrantes que se sienten desatendidos, profesionales que cada vez se alejan más del objeto de su profesión, perversión de las motivaciones, obstáculos institucionales...
Otros agentes de organizaciones alternativas (plataformas, colectivos, centros sociales, etc…) han desarrollado nuevos espacios de encuentro con los migrantes, tendentes a la horizontalidad, que generan formas de interacción más enriquecedoras entre migrantes y autóctonos, constituyéndose como puntos de apoyo y generándose procesos de acompañamiento muy útiles para las personas migrantes. Son efectivas, pero por su carácter voluntario y militante (falta de recursos económicos, recursos humanos limitados, etc...) no pueden abarcar todo lo que no están cubriendo las organizaciones formales. Ni tampoco es ese su objetivo.
Posibilidades de REFLEXIÓN y ACCIÓN
¿Qué proponemos?
Favorecer un espacio de encuentro para to@s (trabajador@s, migrantes, voluntari@s, colaborado@s) en el que podamos exteriorizar nuestras opiniones sobre esta situación actual y debatir sobre posibilidades de acción a nuestro alcance.
¿Cómo?
A través de un Primer Encuentro en el que se pretende dar cabida a todas las voces, se expondrán puntos de vista, se definirán problemas y obstáculos, se buscarán intersecciones, y se pensarán nuevas vías.
¿Para qué?
El objetivo de este Primer Encuentro es comenzar a definir futuras líneas de acción que permitan mejorar en sentido amplio los servicios que se dirigen a las personas migrantes, no sólo en lo referido a la atención que se ofrece, sino también en lo relativo a las condiciones de trabajo de los profesionales: CALIDAD PARA TOD@S.
Un espacio de encuentro
para tod@s los implicad@s (trabajador@s/migrantes/voluntari@s/colaborador@s)
Te esperamos
el 18 de Diciembre, a las 20:00h., en el Patio Maravillas
(c/. Acuerdo nº8, Metro: NOVICIADO)
NO te conformes.Junt@s podemos cambiarlo.
Para más información:
- Plataforma “Xsi Cierran”
http://porsicierran.blogspot.com
- Ferrocarril Clandestino
- Centro Social SECO -
lunes, 8 de diciembre de 2008
sábado, 25 de octubre de 2008
Desigualdad y mercado de saldos
¿Hacia dónde van las políticas públicas en materia de inmigración en la Comunidad de Madrid?
El Plan de Integración y el Plan Madrid
En 2004 y 2006, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid presentaban, respectivamente, sendos Planes de actuación para afrontar el reto que suponía el creciente aumento de la población extranjera en esta comunidad, acontecido en los últimos años.
El Plan de Integración 2006-08 de la Comunidad de Madrid (conocido como Plan de integración) se concebía como un Plan bidireccional, puesto que afirmaba buscar la implicación tanto de la población autóctona como de la población migrante en la consecución del proceso de integración social. Sobre el papel, el Plan no contemplaba, en líneas generales, la apertura de nuevos dispositivos, sino el reforzamiento y potenciación, a través de programas, actividades, cursos, campañas y estudios de los recursos ya existentes, en áreas tan diversas como empleo, vivienda, educación, servicios sociales, salud, opinión pública, participación… Como pieza clave dentro de los dispositivos de gestión de la diversidad, se preveía la consolidación de los CASI (Centros de Atención Social a Inmigrantes), cuyas funciones vendrían a complementarse con la creación de los CEPI (Centros de Participación e Integración), concebidos como lugares de encuentro entre autóctonos y migrantes, aunque separados por nacionalidad de origen.
Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid, presentaba su I Plan Madrid de Convivencia Social Intercultural (conocido simplemente como Plan Madrid), como un plan innovador y ambicioso, puesto que afirmaba querer ir más allá de la mera integración de la población migrante y «perseguir el impulso y la mejora de la convivencia entre todos los madrileños». La actuación del Ayuntamiento quedaba definida en torno a tres ejes (articulación del modelo convivencial, normalización en el acceso a los recursos y el impulso y mejora de la convivencia) entre los que se distribuirían 37 dispositivos de nueva creación, aunque finalmente sólo 34 llegarían a materializarse.
Como ya es norma en el ámbito de la intervención social, la gestión de los recursos tanto del Plan de Integración como del Plan Madrid estaba contratada con todo un abanico de ONGs, fundaciones y empresas de lo social: Cruz Roja, CEAR, Grupo 5, MPDL, ACCEM, Fundación Autónoma o La Rueca eran algunas de ellas.
La desigualdad en aumento
Este año, ambos Planes llegan a su fin. En el período que nos separa de su puesta en marcha, el resultado que encontramos, en términos socioeconómicos, no parece nada esperanzador. Son infinitos los indicadores que nos hablan de un aumento de la desigualdad entre la población española y la extranjera: el Banco de España, en su informe del 2007, hablaba de una mayor movilidad laboral y una mayor temporalidad de los inmigrantes –más de la mitad tienen un contrato temporal, frente a menos de un tercio de los españoles; los últimos datos del INEM sitúan la tasa de paro de los inmigrantes en un 16,46%, frente a un 9,34% de los españoles; a su vez, el INE reflejaba que, en condiciones de igual trabajo, los extranjeros cobran entre un 20-35% menos que los españoles.
Por otro lado, a escala europea, puede percibirse un claro aumento del racismo institucional, que se refleja en muchas de las nuevas normativas legales (las más evidentes, la mal llamada «directiva de retorno» y las modificaciones introducidas por el nuevo gobierno de Berlusconi). En varios países, han ganado en las urnas presidentes con discursos securitarios abiertamente anti-inmigrantes (Sarkozy, Berlusconi, Merkel…), a la par que, a través de las televisiones, nos van llegando episodios de racismo popular: tal vez, una de las imágenes más espectaculares se haya podido ver de nuevo en Italia, con los incendios provocados en sendos campamentos de rumanos.
Sin embargo, este análisis parece escapársele a las Administraciones Públicas. Aunque tanto la Comunidad como el Ayuntamiento de Madrid apostaron por la igualdad (entendida como el acceso, en igualdad de condiciones, a las mismas oportunidades que el resto de los madrileños) y la normalización (evitar la generación de procedimientos, dispositivos o prestaciones segregadas de los que existen para el conjunto de la ciudadanía) como principios rectores de sus respetivos planes, la evaluación pública de los resultados obtenidos se limita a una cuantificación en términos absolutos de las actuaciones realizadas, sin hacer un análisis serio de su incidencia social real, desdeñando o tratando muy superficialmente los datos socioeconómicos comparativos, que permitirían evaluar si en efecto tales actuaciones han revertido en una mayor igualdad social y normalización, y dejando por completo de lado todo análisis cualitativo del proceso de integración y convivencia real.
Cierres, recortes y cambios de entidad gestora
Por otro lado, a pesar de que los planes se valoran muy positivamente, lo cierto es que, en los dos últimos años, muchos de los recursos han sido objeto de cierre, reducción de plantilla o cambios de entidad gestora. Es el caso de los 18 CASI integrados en el Plan de Integración, de los que sólo quedan cuatro, con un cierre previsto para finales de este año. Es cierto que se están poniendo en marcha nuevos CASI, en nuevas ubicaciones (se prevén un total de 6, un número mucho menor al existente y que tendrá que cubrir áreas de actuación mucho mayores con menos recursos), pero, aún así, la inversión de tiempo, dinero público y capital humano en infraestructuras, formación de profesionales y creación de referentes y de una red social en torno a los primeros CASI, fundamental para su adecuado funcionamiento, se tira literalmente a la basura con su cierre. Los cierres no han afectado sólo a dispositivos de la Comunidad de Madrid: la Escuela de Convivencia o el Servicio de Atención Jurídica contra el Racismo y la Xenofobia, del Plan Madrid del Ayuntamiento, también se han cerrado a menos de 2 años de su apertura.
Algo parecido sucede con los cambios inmotivados de la entidad gestora. Por más que el dispositivo se mantenga, el cambio en la entidad con la que se contrata, sin que haya habido ningún desfalco o problema serio de por medio, supone siempre un cambio injustificado en la plantilla y, por lo tanto, una pérdida de las personas de referencia para los usuarios. Por otro lado, estos cambios siempre implican una suspensión temporal del funcionamiento de recursos supuestamente «públicos», dejando en la estacada a muchos usuarios y, en ocasiones, manteniendo «secuestrados» expedientes muchas veces vitales (por ejemplo, de usuarios que están tramitando permisos de residencia o con procedimientos penales abiertos). Así sucedió con el cambio de gestión del Programa de Atención y Acogida Temporal a población de origen Subsahariano, que pasó de Grupo 5 a CEAR, con una importante reducción de presupuesto, y se mantuvo con ello 2 meses cerrado.
A su vez, dadas las excelencias que pueden leerse en las evaluaciones públicas del Plan Madrid, sorprenden las reducciones de presupuesto y plantilla que han afectado a recursos fundamentales como el Servicio de Traducción e Interpretación, que ha quedado reducido a un mero call-center, o el Observatorio de las Migraciones y de la Convivencia Intercultural de la Ciudad de Madrid, donde se han eliminado los estudios de amplio alcance, únicos capaces de dar cuenta del aumento de la desigualdad y otras grandes tendencias sociales de cambio.
¿Y las entidades sociales qué?
En este panorama de inestabilidad general, donde cunden los rumores de otros cierres, reducciones y cambios de gestión, donde las adjudicciones de los contratos de gestión tantas veces dependen de las buenas relaciones con la administración, del acceso a información privilegiada y de la capacidad de reducir al mínimo el presupuesto, precarizando los recursos tanto para trabajadores como para usuarios, las ONGs, fundaciones y empresas de intervención social acaban entrando en feroz competencia entre sí, convirtiendo al tercer sector en un mercado de saldos, donde la «crítica» puede quedar reducida a marca de un producto «social».
Ha llegado el momento de tomar cierta distancia crítica y hacerse algunas preguntas. Detrás de los grandes titulares y de las evaluaciones a todo color de los planes de integración o convivencia, ¿tienen los gobernantes y gestores de la comunidad y ciudad de Madrid algún modelo de ciudad en la cabeza o funciona todo más bien al albur de pequeños acuerdos, urgencias y necesidades de promoción y votos? ¿Tienen las ONG’s y asociaciones que participan de estos planes alguna evaluación propia de lo que ha sucedido y alguna estrategia de intervención para el futuro, con criterios propios? ¿Hacia qué modelo de convivencia avanza la ciudad de Madrid, afectada por estos planes, pero también por el racismo institucional inscrito en los mecanismos legales de regulación de la inmigración, por tendencias a un aumento de la desigualdad social entre inmigrantes y autóctonos y por el hacer y deshacer de sus millones de ciudadanos?
Rosa Porsicierran,
Madrid, septiembre de 2008
viernes, 16 de mayo de 2008
El CASI de Majadahonda cierra este miércoles
La Comunidad de Madrid cerró oficialmente este miércoles el Centro de Atención Social a Inmigrantes (CASI) de Majadahonda. Los trabajadores denuncian que han quedado unos 280 expedientes abiertos.
Por este CASI, que atendía a la población de Majadahonda, Pozuelo de Alarcón, Boadilla del Monte, Las Rozas, Las Matas, Brunete, Quijorna, Villanueva de la Cañada y Villanueva del Pardillo, pasaban una media de 1.500 personas al año, según los trabajadores. "Lo único que va a quedar ahora de referencia en la zona es el CEPI Hispano-Peruano", aseguró una portavoz de la Plataforma Porsicierran Las Fronteras. "Pero este dispositivo no tiene plazas de acogida, no hace intervenciones individuales y va a quedar mucha población desatendida", aseguró.
Fuentes de la Consejería de Inmigración aseguraron a Madridiario que ha salido a concurso la gestión de un nuevo CASI que atenderá a los mismos municipios que el que cerró este miércoles (zona Oeste) y que Grupo 5, que también gestiona el de Getafe, se ha presentado, así como a los otros tres procedimientos abiertos para otros tres centros de similares características. De esta forma, aseguraron, los nuevos dispositivos quedarán ubicados en Madrid capital (dos), la zona sur y la zona oeste de la región.
Se trata del tercer CASI que la Consejería cierra en lo que va de año. En enero, tanto el de Móstoles como el de Carabanchel dejaron de funcionar. A pesar de que la Porsicierran las Fronteras teme que en las próximas semanas hagan lo propio con los centros análogos situados en Centro, Tetuán, Villalba y Chamberí, el Gobierno regional asegura que estos dispositivos no desaparecerán en la región, ya que "los municipios están asumiendo esas funciones gracias a la financiación autonómica".
martes, 29 de abril de 2008
30 DE ABRIL CIERRE del CASI MAJADAHONDA
Continúa la Agenda de cierres
CASI (Centros de Atención Social Inmigrante)- Comunidad de Madrid
En enero de 2008 de manera silenciada se cerraron dos de los Centros de Atención Social a Inmigrante en Mostoles y Carabanchel. Correspondiendo a una nueva política de servicios sociales gestionados desde el Gobierno Regional de Esperanza Aguirre.
Mañana 30 de Abril cierra sus puertas oficialmente el Centro de Atención Social a Inmigrantes CASI del Municipio de Majadahonda (C/ Santa Ana, 17), que atendió a un población de aproximadamente 1000 personas por año y tenia 18 plazas de acogida.
Este CASI gestionado por Grupo 5 desde el año 2006 cubria la población residente en los municipios colindantes de Pozuelo de Alarcón, Boadilla del Monte, Las Rozas, Las Matas, Brunete, Quijorna, Villanueva de la Cañada y Villanueva del Pardillo.
Es el tercer cierre de CASI de este año, dando continuidad a una larga agenda de cierres durante el 2008. Actualmente desde la administración declaran que esta modificación corresponde a una centralización de servicios para población extranjera por zonas: norte, sur, este, oeste.
El día 10 de Marzo se han publicado los pliegos de condiciones para la gestión de cuatro nuevos CASI dos en Madrid capital y otros dos en las zonas Oeste y Sur de la Comunidad de Madrid.
El concurso estuvo abierto del 11 al 25 de marzo coincidiendo casualmente con
En definitiva, menos profesionales atienden a una población mucho mayor y
Municipios como Majadahonda, Villalba, Galapagar, quedarán sin atención.
Plataforma Por si Cierran